¿Por Qué Le Huimos a los Conflictos? Comprendiendo el Miedo a la Confrontación y Cómo Superarlo
- hablemos171
- 2 sept 2024
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 12 may

El conflicto hace parte de nuestros procesos de interacción en cualquier contexto, pues obedece a situaciones de desacuerdos o desencuentros con una alta carga emocional, que no sabemos cómo enfrentar. Esta es una de las razones por las que los evitamos, pues al sentirnos desbordados, anticipamos consecuencias negativas, imaginando solo el peor escenario. Es posible que hayamos experimentado, al interior de nuestra familia un alto nivel de conflictividad, que siendo niños no supimos cómo manejar y como adultos sólo lo queremos evitar. En fin, son múltiples las razones por las cuales no nos sentimos capaces de enfrentar el conflicto, en este artículo, revisaremos algunas de las razones que existen detrás de nuestra tendencia a evitar el conflicto y presentaremos algunas propuestas para su manejo efectivo.
¿Qué se entiende por conflicto?
En la categoría de conflictos nos encontramos con aquellas situaciones que nos provocan desborde emocional, es decir que nos llevan a reacciones extremas que pueden llegar a incluir un componente de agresión verbal o física. (Llanos, 2001). Estos desbordes emocionales suelen ser resultado de la incapacidad para resolver la situación problema en sus etapas más tempranas.
De esta definición podemos concluir entonces que hay más de una categoría, según Llanos (2001) existen tres categorías diferentes: Dilemas, problemas y conflictos; reconocer sus diferencias nos permitirá aprender a utilizar estrategias para enfrentarlos de la manera mas asertiva.
Cualquiera sea su categoría, dilema, problema o conflicto es necesario comprender qué la connotación negativa que suele tener, tiene que ver con la molestia que nos genera el desacomodarnos o cuestionarnos sobre las dinámicas de las relaciones que vivimos, o por experiencias negativas. Sin embargo, un análisis sencillo de su historia de vida permitiría concluir que mucho de su estructura de personalidad y del tipo de vínculos que establece, se relacionan con la forma como ha aprendido a resolverlos.
¿Es posible que el conflicto sea una oportunidad crecimiento?
Totalmente, los conflictos que permiten al individuo crecer son aquellos qué encuentran una solución efectiva como resultado de una visión más amplia de la realidad, una construcción de opciones más flexible creativa y un análisis de alternativas mas oportuno y realista.
Afrontar los conflictos como oportunidades de crecimiento permite, no solo alcanzar el objetivo deseado , sino que se constituyen en una pauta de interacción mucho más sana y duradera que aquellas que no ven o no enfrentan sus conflictos.
Quien entiende los conflictos como una oportunidad de crecimiento, enfrenta su vida de manera positiva y proactiva desde un pensamiento estratégico orientado al aprendizaje, lo cual le permite construir pautas de interacción ajustadas a las necesidades e intereses de los involucrados.

Razones por las que evitamos los conflictos
El estilo de personalidad, las creencias sobre la incapacidad afrontarlos, las experiencias previas, dificultad para gestionar las emociones y en general miedo a las pérdidas y traumas que se desprenden del mal manejo del conflicto, son algunas de las razones por las cuales preferimos evitarlos.
R1: Estilos de personalidad
Nuestra visión acerca de la realidad tiene que ver con la forma como hemos estructurado nuestro pensamiento para establecer vínculos y resolver los conflictos, desde nuestra propia autoestima. Alguno de estos estilos de personalidad, según el eneagrama, existen tres estilos que se diferencian por las prioridades dadas a las emociones, las relaciones o la razón.
Desde esta perspectiva podemos concluir que si la prioridad esta puesta en las emociones, mis conflictos estarán relacionados con la forma como concibo, deseo y gestiono las emociones como parte fundamental de mi vida. Si la prioridad está puesta en las relaciones muy seguramente mis problemáticas estarán centradas en el cumplimiento no, de las expectativas que colocó en dichos vínculos. Si mi forma de conectarme con el mundo tiene que ver con la lógica hablar razón entonces mis problemas estarán relacionados con aquello que no entiendo no comprendo o deseo cambiar desde mi debe ser. Si bien es cierto que ningún estilo de personalidad estaría interesado en vivir el conflicto, muy seguramente el que se concentra en las emociones podría sentirse incapaz de resolverlo, el que se concentra en las relaciones, lo evita para mantenerse seguro frente a los vínculos que crea y el que se concentra en la razón puede quizás estar más listo para enfrentarlo, siempre cuando lo comprenda.
R2: Experiencias previas
Evidentemente las experiencias previas se convierten en un patrón que incide en percibimos percibimos y afrontamos los conflictos. Cuando estas experiencias negativas han tenido lugar en edades tempranas, donde nos hemos sentido impotentes para enfrentarlos y hemos tenido que asumir las consecuencias de los mismos, es posible que tengamos mayor tensión que otros en el momento enfrentar el conflicto y pasemos muy rápidamente al desborde emocional. Por esta razón, al momento de percibir una situación de conflicto preferimos huir, evadirla o dejarla pasar con tal de evitar la carga que estos traen, al menos desde nuestro imaginario.
Ahora bien, ocurre con frecuencia que hemos tenido experiencias a partir de las cuales el conflicto ha llevado a una ruptura de relaciones importantes o significativas para nuestro bienestar emocional y por esa razón también tendemos a aplazarlo, evitarlo o disfrazarlo, con tal de mantener el vínculo deseado.
R3: Creencias sobre incapacidad
Las experiencias significativas en edades tempranas frente a las cuales nos hemos visto incapaces de resolver el conflicto, sumadas a alguno que otro fracaso en la forma de enfrentarlo a lo largo de nuestra vida, nos llevan a construir y validar la creencia de que no podemos enfrentar hábilmente este tipo de situaciones. En este análisis es necesario tener en cuenta estas tres características de la creencia:
Tiene una alta carga emocional, que en este caso se concentran más en la emoción del miedo, limitando la exploración de opciones y la flexibilidad en el pensamiento.
Desarrollo de un pensamiento anticipatorio negativo, a partir del cual imaginamos solo resultados negativos y por ende la forma de protegernos es alejarnos de esta realidad
Configura el comportamiento, desde la incapacidad que creemos tener y por lo tanto se asumen conductas orientadas a defendernos y evitar asumir este tipo de situaciones.
Es así como podemos entender que tener una creencia de incapacidad respecto al manejo del conflicto es algo que nos limita y por lo tanto nos exige re-significar para reconocer las habilidades y fortalezas que facilitan la construcción de soluciones efectivas y oportunas a la realidad que estemos viviendo.
R4: Dificultad para gestionar las emociones
El conflicto a menudo genera emociones intensas como la ira, el miedo, la tristeza, la frustración, la indignación. Cuando no tenemos recursos para gestionarlas, preferimos evitar todo aquello que las genere. De esta manera, nos alejamos del conflicto pero mantenemos un nivel de ansiedad y estrés que surge de la incapacidad de resolverlo. Es decir, que lo que creemos que es la solución se convierte en un factor de empeoramiento del mismo;
lo máximo que logramos es transferir un problema a otro, es decir en lugar de asumir por ejemplo, una ruptura emocional empezamos a generar trastornos de ansiedad o altos niveles de estrés que nos distraen del verdadero conflicto.
Entender que todas las emociones son necesarias y nos ofrecen señales de lo que se requiere para estabilizarnos y tomar decisiones, no lleva a reconocer en el conflicto o proceso de aprendizaje muy valioso. Afrontar el conflicto permite aprender a gestionar las emociones, pues permite alcanzar los objetivos deseados, reconociendo el valor que tiene cada una de las emociones para la construcción de alternativas de solución.
R5. Miedo a las pérdidas y traumas
Existen factores culturales y personales que llevan a algunas personas a evitar la confrontación o la expresión del desacuerdo, al considerar inapropiado expresarse así ante figuras de autoridad o seres queridos, pues posiblemente podrían perder su respeto, su aprobación o quizás la relación.
De otra parte, es posible considerar que los traumas generados por situaciones de conflicto mal resueltas, con un alto impacto psicológico y emocional; limita las respuestas de afrontamiento Y bloquean su capacidad de análisis al concentrarse únicamente en evitar situaciones destructivas.
Evidentemente estos son factores del miedo al rechazo y a la pérdida, los cuales de ser reconocidos para establecer los factores que permitan disminuir los riesgos y aumentar la confianza del individuo para gestionar sus conflictos.

Consecuencias de evitar el conflicto
Atendiendo al hecho de que el conflicto conflictos un desborde emocional, aunque parezcas una solución inmediata y fácil tiene consecuencias a corto, mediano y largo plazo que pueden ser perjudiciales para la salud física y mental. Algunas de las consecuencias podrían ser:
Estrés y ansiedad como consecuencia de la alta carga emocional que con lleva conflicto y que evidentemente contribuyen al deterioro de nuestra salud mental.
Frustración y Resentimiento aparecen cuando nos vemos opciones para alcanzar los objetivos, posiblemente culpando a otros de las dificultades Y limitando nuestra visión a la pérdida más que a la oportunidad
Relaciones superficiales, pues al no tener herramientas para afrontar los conflictos, las pautas de interacción que construimos pueden no ser, ni apropiadas, ni oportunas, ni efectivas.
Pérdida de oportunidades, opciones y alternativas que se encuentran limitadas al concentrarse en las pérdidas y dificultades del conflicto, perdiendo de vista las ganancias y los escenarios posibles para una solución creativa innovadora y efectiva.
Estrategias para afrontar el conflicto
E1: Reencuadre del conflicto
Mientras que nuestra la visión del conflicto sea percibirlo como negativo, destructivo e inmanejable, las alternativas de solución serán limitadas; por esta razón una solución efectiva exige un cambio de mentalidad que nos permita ampliar la perspectiva y asumir una actitud más abierta y proactiva.
En este punto se requiere, como lo plantea Dweck (2006), ampliar nuestra perspectiva del lectura y asumir el conflicto como una oportunidad de aprendizaje, orientada a mejorar el repertorio de análisis y manejo emocional ante situaciones difíciles. Este cambio de perspectiva permite reconocer los desacuerdos y/o desencuentros como procesos normales en las diferentes interacciones sociales aumentando las posibilidades de construir alternativas de solución creativas y satisfactorias para todos los involucrados.
E2: Práctica de la asertividad
La asertividad es una competencia deseable en todos los entornos y requiere para alcanzarla, de un proceso formativo consciente para aprender a expresar intereses, emociones y necesidades de manera directa y respetuosa. Se considera alcanzada cuando es posible defender los derechos propios y respetar los de los demás, definiendo los límites de manera clara y específica, expresando las emociones a la persona adecuada, en el momento correcto, con el propósito de construir o mejorar una relación. Las personas asertivas, aprenden a gestionar las emociones y experimentan bajos niveles de estrés y la ansiedad ya que son capaces de resolver y gestionar los conflictos de manera efectiva, lo cual genera confianza y certeza para el manejo de situaciones difíciles y el control de sus vidas.
E3: Habilidades de comunicación
La comunicación que permite gestionar efectivamente los conflictos, es aquella que se caracteriza por escuchar las necesidades, intereses y preocupaciones de la otra parte, de manera activa y propositiva. Estas habilidades de escucha activa, deben verse reflejadas en las pautas de interacción, pues no se trata sólo de que una de las partes entienda, sino que el otro que usualmente es contrario, se sienta escuchado en un ambiente de respeto mutuo que disminuya la tensión y genere espacios de diálogo colaborativos.
La habilidad para hacer afirmaciones y expresar los pensamientos y sentimientos de manera cuidadosa, muy seguramente evitará malos entendidos. Se sugiere utilizar expresiones centradas ese mismo, a partir de declaraciones desde la primera persona “yo.. creo… espero… decidí…. Esto facilitará un intercambio más constructivo, siempre cuando dichas declaraciones tenga como propósito la construcción de acuerdos,
En todo momento una comunicación efectiva es aquella que se basa en la empatía, es decir , donde se le da un lugar igual y respetuoso tanto a la persona, como a sus emociones, intereses y necesidades. Validar los sentimientos de la persona y reconocer sus intereses , como legítimos, aun cuando estén distante de los míos permite la construcción de La confianza y permiten al encuentro de opciones de mutuo beneficio.
E4: Enfoque cooperativo
El enfoque cooperativo es evidentemente una respuesta orientada a evitar la confrontación y la negociación por posiciones. En este tipo de negociaciones donde en principio, gana el que tenga más poder, a la larga pierden todos pues las relaciones se quiebran y se deja valor en la mesa de negociación.
Cooperar significa según Ury ( 2005):
No reaccionar: Utilizar preguntas que permitan ampliar la perspectiva y disminuyan la tensión emocional entre las partes.
No discutir: Es decir, escuchar más y comprender las posturas del lado opuesto para hacer proposiciones que incluyan sus necesidades.
No rechazar: Lo que significa realizar propuesta sque incluyan los intereses y necesidades de todos los involucrados.
No presionar: otorgar tiempo para construir opciones donde se identifique el beneficio mutuo.
No atacar: Estar en desacuerdo con los opiniones, deseos o posturas de los demás sin atacar a la persona, es definitivamente una habilidad que facilita gestionar los conflictos y construir confianza entre los involucrados.
E5: Metodologías la intervención
Las metodologías utilizadas para la solución de conflictos son tan variadas, como variadas son nuestras culturas. En cada comunidad, organización familia encontramos un mecanismo implícito o explícito para la solución de conflictos.
En el campo de la solución de conflictos existen múltiples estrategias de abordaje que evidentemente requieren de un análisis exhaustivo, por esa razón me permite solamente centrarme en la estrategia de problemas a proyectos, la cual hemos diseñado, implementado y perfeccionado de los últimos 20 años.
El propósito de esta metodología es ofrecer un enfoque basado en preguntas que permite ampliar la perspectiva y construir alternativas de solución reales, apropiadas y alcanzables.
Estas preguntas han sido construidas como resultado de un proceso o de investigación acerca de nuestras formas de pensar. Es así como en la lectura del problema, se utilizan las preguntas que del pensamiento líneal, el cual nos mantiene limitados frente a la construcción de posibles opciones; mientras que en el desarrollo del proyecto se utilizan preguntas que desde el pensamiento estratégico permiten redefinir nuevas opciones.

A este enfoque sencillo y muy poderoso en cuanto a la construcción de opciones, lo hemos llamado DE LA VUELTA, pues permite darle un giro a la lectura del conflicto y por ende a la forma como se puede gestionar.
Con el propósito de difundir esta metodología hemos diseñado un curso práctico que de manera breve y práctica permite resolver la situación es problema a las cuales usualmente los enfrentamos. Puedes encontrarlo en el siguiente link : Lista de programas | P.A.P
Gracias por su participación, comentarios y aportes

